Tres breves textos de crítica de la Wertkritik/Crítica del Valor”: uno es de un viejo compañero de Jacques Camatte, el siguiente es de un comunizador anónimo poco afín a « Théorie Communiste » y el último es de Roland Simon.
Trois courts textes de critique de la Wertkritik/Critique du valeur” : l’un est d’un ancien collègue de Jacques Camatte, le suivant est d’un communisateur anonyme pas très proche de “Théorie Communiste” et le dernier est de Roland Simon.
Textes sélectionnés et traduits par Fédérico Corriente
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François Bochet – A propósito de algunos textos recientes: Anselm Jappe, Jaime Semprún, Robert Kurz, Jean-Marc Mandosio (2004)
Para Bordiga, el valor dejaba de existir bajo el socialismo, lo mismo que la moneda, el salariado, la empresa y el mercado; allí donde existe el valor, como en la URSS, no puede haber socialismo. Anselm Jappe —ya autor de un Guy Debord publicado en 2001— ha escrito un libro ambicioso e interesante: Les aventures de la marchandise – Pour une nouvelle critique de la valeur[1], Denoêl, 2003. Distingue en él entre un Marx exotérico partidario de la Ilustración y de una sociedad industrial dirigida por el proletariado —un Marx que se interesaba por los problemas contingentes, políticos, de la lucha de la clases y del movimiento proletario, el del Manifiesto y la Crítica del programa de Gotha— y un Marx esotérico, el de la Contribución a la crítica de la economía política, los Grundrisse, el Urtext, el Sexto capítulo inédito y los cuatro volúmenes de El capital, que se plantea el problema del capital, de su definición, su origen, su devenir y su superación en el comunismo y la comunidad. Jappe escribe (página 17) que el pensamiento de Marx ha servido para modernizar el capital —lo cual es innegable— y que los marxistas tradicionales sólo se plantearon el problema de la distribución del dinero, la mercancía y el valor sin cuestionarlos como tales. Según Jappe, el movimiento revolucionario habría aceptado el valor, el salariado, el mercado, el trabajo, el fetichismo, etc., —lo cual es falso y exacto a la vez— mientras que él, Jappe, se propone «reconstruir la crítica marxiana del valor de una manera muy precisa» (página 21). Reprocha justamente a Rubel que diluyera el lenguaje hegeliano de Marx en su edición de las obras de este autor, y que denominase obras «económicas» a unas obras «anti-económicas» (hace mucho tiempo que Paul Mattick ya hizo esta crítica al Tratado de economía marxista de Ernest Mandel). Lire la suite…
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